Pez espada |
Después de haber recorrido la sala de biología terrestre del Museo de Historia Natural de la SGHN, el visitante se introduce en la sala de biología marina; un mundo en el que sumergirse en los océanos a través de ejemplares de delfines, ballenas, algas, crustáceos y fósiles que, de algún u otro modo, de seguro, le asombrarán.
El pez de San Pedro, cuya leyenda dice que cuenta con dos manchas en sus costados porque son las huellas de los dedos del apóstol que le da nombre, después de cogerlo porque se lo ordenara Dios para quitarle de la boca una pieza de oro con la que poder pagar tributo al templo, nos recibe con otros como el pez espada y varias clases de tiburones.
Tiburón duende |
A continuación, nos encontramos con una de las joyas del museo: un ejemplar de calamar gigante de 8 metros de longitud encontrado en aguas gallegas.
Las idas y venidas del calamar gigante que se expone en la sala museística fueron seguidas por la prensa durante cierto tiempo, aunque ahora, cuando al fin descansa allá donde está, muchos se han olvidado de él.
Cuando dejamos de observar el rostro de aquel a quien algunos llaman kraken, y ante quienes otros no podemos dejar de invocar a Cthulhu, nos percatamos de que, frente a nosotros, se extiende el resto de la azulada sala de biología marina, donde nos aguarda la colección de cetáceos.
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