Tras el alambre de espinos


La fotografía de hoy, realizada a finales de junio del verano pasado, en una de las zonas montañosas de las Fragas del Eurme, cercana a la  Central Térmica das Pontes donde sigue adelante el proyecto de lago artificial en las 850 hectáreas destrozadas, muestra la fina línea divisoria entre el hombre y la naturaleza. 
La primera de ellas es la noticia publicada esta semana sobre la fiebre del oro en los Andes, gigantescas minas a cielo abierto que están destrozando la hermosisíma cordillera, resultando muy recomendable el reportaje del National Geographic sobre este asunto.
La segunda de esas cosas que me han sobrecogido esta semana es un video. Otra herida más en el planeta. Hoy por hoy, muchos de los que ven Avatar como pura ciencia ficción, no se dan cuenta que esa historia persiste al lado de nuestras casas. It was beautiful here es un minuto apenas de un paraje desolado que  deja el corazón encogido (al menos a algunos). Después, poco más se puede decir.
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Sobre Silvia Pato

Autora de las novelas «Las nueve piedras» y «El Libro del Único Camino». Redactora de contenidos en diversos medios digitales.

6 comentarios :

@reku (Alexandre Ríos) dijo...

Seguimos abusando de la Tierra... Maldita codicia. Maldito dinero. Somos el mayor de los virus. Y lo peor de todo es que no hay una vacuna contra nosotros.

Saludos.

http://areku-desingblog.blogspot.com

Nely dijo...

Que triste que esa bonita foto tenga de fondo esa chimenea o esa industria soltando humo y vete a saber que mas al aire. Así nos va. Fuerte decirlo pero los humanos casi que no merecemos estar en este planeta. Somos lo peor de los seres vivientes en la naturaleza. Aún me queda un poco de esperanza para ver si algo se puede mejorar o la gente se compromete un poco a no seguir destrozando. Saludos

Silvia Pato dijo...

Hola, Alexandre. Hola, Nely. Ambos tenéis toda la razón del mundo.No hay palabras.
Un saludo

jorapavi dijo...

La mayoría de los campesinos de estas zonas de influencia entre esta chimenea y la de Meirama a pocos km achacan su baja produción de frutas y hortalizas a esos monstruos, entre esto y el nonocultivo del eucalipto en estas zonas, estamos desnaturalizando nuestro hábitat. Estoy totalmente de acuerdo con Alexandre y Nely la codicia nos lleva a perder la razón. Saludos

Silvia Pato dijo...

Toda la razón, Jorapavi. Dios mío, algún día hablaremos de los dichosos eucaliptos...Y mientras a la expectativa de cómo esa laguna va a cambiar clima y fauna de la zona...al lado de un Parque Natural inigualable...
Saludos

AB dijo...

Interesante contraste entre el campo rural y la central al fondo