Vilanova dos Infantes pertenece a esa clase de pueblos. A dos kilómetros de Celanova, al paso de la carretera N-540 que comunica Orense con Portugal, este burgo medieval de caseríos, hórreos y sinuosas callejuelas, espera al viajero otorgando la calma.
Acogedor y tranquilo, hermoso y silente, en cada esquina hay apostado un banco para el reposo; en cada fachada, una ventana engalanada que alegra la vista.
Destaca sobre toda la villa la Torre del Homenaje, única parte que queda en pie del castillo que fue objeto de las Revueltas Irmandiñas. Alrededor de la antigua fortaleza, se extiende la pequeña población cuyos rincones sorprenden al caminante, con el pausado transcurrir del día a día.
Desde luego, es un lugar al que vale la pena acercarse si uno pasa por Terras de Celanova.
1 comentarios :
Un lugar digno de visita obligada :)
Muchas gracias por la información.
Saludos.
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